LACTOSA ¿SI O NO?
En
la actualidad, la leche y sus derivados forman parte de la mayoría de las
personas en los países occidentales, y son muchas las ocasiones en las que
habremos leído u oído halagos y críticas sobre su consumo. Desde aquellos que
dicen que es indispensable en la dieta moderna, hasta los que aseguran que el
ser humano es el único animal que bebe leche en su edad adulta, y que va contra
natura (algo que es cierto a medias, pues muchos animales pueden digerir la
leche de vaca u otros, y la aceptan de buen gusto si se la damos, pero no
tienen la facultad de domesticar y criar ganado, como los humanos). En efecto,
existe un porcentaje de población, variable según la zona geográfica, que no
pueden consumir leche, o algunos derivados, porqué no pueden digerir de forma
natural la lactosa. ¿Y qué es la lactosa?... es un azúcar (concretamente un disacárido formado
por la unión de una molécula de glucosa y otra
de galactosa) que está presente en la leche de todos los mamíferos, incluidos
vaca, cabra, oveja y humanos. Su presencia en otros representantes del reino
animal y vegetal es residual o inexistente.
A pesar de que existe realmente la posibilidad
de padecer una intolerancia a la lactosa, son muchas las personas que, sin
necesitarlo, prescinden de los lácteos, o gastan innecesariamente el dinero en
productos sin lactosa, mucho más caros, atendiendo a falsos mitos, o a la
sugestión de agresivas campañas contra leche y la lactosa, que llegan a creer
que su cuerpo no puede digerir la leche, cuando en realidad no es así. Hay modos
de vida (veganos, vegetarianos…etc.) totalmente respetables, pero en los que
algunos llegan a demonizar su consumo. La información, siempre que esté basada
en estudios científicos contundentes, y no en percepciones o teorías
subjetivas, es lo que te dará la respuesta que buscas.
¿QUÉ ES LA
INTOLERANCIA A LA LACTOSA?
Es un problema antiguo de la humanidad… Hipócrates
la describió por primera vez hace 2.400 años. La intolerancia a la lactosa es la
incapacidad de digerir la lactosa de la leche debido a la insuficiencia del
enzima lactasa. La lactosa digerida parcialmente no se absorbe en el intestino
delgado, pasa al intestino grueso (sin descomponerse) donde empieza a fermentar
y provoca unos síntomas característicos de esta patología, que también es
conocida como intolerancia a la leche, deficiencia de disacaridasa o
deficiencia de lactasa.
ES GENÉTICO
Se ha descubierto que el genotipo silvestre
del gen de la lactasa, el que hace posible la digestión de la lactosa, es el
que se asocia al fenotipo de intolerancia a la lactosa. Se han identificado dos
polimorfismos que son responsables de que se siga manifestando el gen de la
lactasa y de que, en consecuencia, exista tolerancia a la lactosa en la mayoría
de individuos de la región europea.
La actividad de la lactasa puede detectarse
en la octava semana de gestación en la superficie de la mucosa intestinal. Esta
actividad va aumentando hasta la semana 34 y en el nacimiento alcanza su máxima
expresión. Durante la infancia, la lactosa proporciona una fuente de energía
excelente para un crecimiento y desarrollo rápido.
Existen dos teorías que intentan explicar la tolerancia
o intolerancia a la lactosa en las poblaciones humanas:
Hipótesis
“cultural-histórica”: Propone que la persistencia de lactasa en los noreuropeos
se debe a un proceso de selección y adaptación, que permitió a la población
basar su dieta en la leche de mamíferos, particularmente en épocas de malas cosechas.
Esta hipótesis se basa en un análisis de ADN según el cual la persistencia
genética de la lactasa comenzó tras la explotación ganadera de la leche por los
europeos.
Hipótesis
de “causa inversa”: Propone todo lo contrario, que la ganadería y el consumo de
leche fueron adoptados por aquellos individuos que ya tenían persistencia de la
lactasa y podían, por tanto, consumir productos lácteos.
El origen étnico influye en los porcentajes de
intolerancia a la lactosa entre la población. Aquellos pueblos que han sido
tradicionalmente ganaderos, alimentados generación tras generación con leche de
animales, presentan menos casos de intolerancia a la lactosa que aquellos que no
están acostumbrados a su consumo. La intolerancia a la lactosa es frecuente entre
los asiáticos, árabes y africanos, mientras que es poco común entre los
europeos y las poblaciones que proceden de ellos (norteamericanos y
australianos). Como excepción, en la población finlandesa (de origen eslavo, como
muchas otras), el porcentaje de individuos con déficit de lactasa es muy alto.
Aquí te mostramos el porcentaje de intolerantes
a a la lactosa en la población de distintas zonas geográficas:
(Fuente:
Montes y Perman 1990)
Las
personas con intolerancia a la lactosa, después del consumo de leche pueden
manifestar: dolor e hinchazón abdominal, diarrea, defecación explosiva, flatulencia,
náuseas y vómitos. Los síntomas suelen aparecer entre los 30 minutos y las dos
horas después de haber tomado alimentos que contengan lactosa.
TIPOS DE INTOLERANCIA
A LA LACTOSA
INTOLERANCIA
CONGÉNITA: Desorden causado por una mutación en el gen de la lactasa que
provoca una actividad mínima o nula de la enzima. Es extremadamente rara, los
bebés experimentan diarrea desde la primera exposición a la leche materna y
dura toda la vida. El único tratamiento posible es evitar la leche que contenga
lactosa, debiendo utilizarse fórmulas especiales de leche sin lactosa.
INTOLERANCIA
PRIMARIA O RACIAL: Se produce una pérdida progresiva de la producción de la
lactosa, y por tanto una pérdida gradual de la capacidad de digerir la leche. Suele
darse a lo largo de la vida en ciertos grupos étnicos y tiene una causa
genética. Las personas con esta intolerancia van notando como la ingesta de
leche les causa cada vez más síntomas. Es progresiva y permanente.
INTOLERANCIA
SECUNDARIA O ADQUIRIDA: La disminución de la actividad de la lactasa está provocada
por un daño intestinal temporal que causa atrofia de las micro vellosidades
(generalmente por una gastroenteritis vírica, giardiasis, enfermedad celiaca, antibióticos,
quimioterapia, etc.). Este tipo de intolerancia puede producirse en la infancia,
tras un episodio de gastroenteritis agudo, siendo transitoria y recuperándose
la función en unas semanas.
Si sospechas que padeces intolerancia a la
lactosa por los síntomas que padeces tras consumir leche o sus derivados,
existen diversos métodos de diagnóstico, que tu médico puede realizarte, como
son: el Test de sangre de tolerancia a la lactosa, el Test de hidrógeno espirado
(actualmente el método no invasivo más fiable), y la biopsia del intestino
delgado (es el más invasivo, ya que para hacerlo se introduce un endoscopio a
través de la boca o nariz).
DIFERENCIAS ENTRE LA
ALERGIA A LA LECHE Y LA INTOLERANCIA A LA LACTOSA
La alergia a la leche afecta al 20% de pacientes
con síntomas sugestivos de intolerancia a la lactosa, pero existen importantes
diferencias entre una y otra dolencia. Ante la creencia extendida de que la
intolerancia a la lactosa es lo mismo que la alergia a la leche, hay que distinguir
entre ambas.
Una persona alérgica presenta una reacción
inmunitaria contra un alérgeno (en este caso, alguna de las proteínas de la
leche) por lo que no tolerará ningún lácteo, salvo aquellas formulas que
contienen hidrolizados (separación) de proteínas. Los síntomas son sistémicos:
aparato digestivo (náuseas, diarrea y cólico, igual que en la intolerancia),
piel (eczemas, hinchazón, urticaria), vías respiratorias (asma, disfunción
respiratoria) y anafilaxias. La alergia a la proteína de la leche de vaca es muy
poco frecuente en adultos. Los alérgicos a la leche deben restringir los
lácteos que contengan lactosa: (lactasa, leche con lactosa hidrolizada,
probióticos) y requieren de antihistamínicos (epinefrina) en caso de aparición
de los síntomas.
ALERGIA
A LA LECHE
|
INTOLERANCIA
A LA LACTOSA
|
|
REACCIÓN
ANTE:
|
Proteína
de la leche.
|
Azúcar
de la leche
|
CAUSA:
|
Reacción
inmunitaria.
|
Incapacidad
de digestión
|
ALIMENTO
DESENCADENANTE:
|
Leche
y productos lácteos.
|
Leche
y productos lácteos no fermentados
|
SÍNTOMAS:
|
Sistémicos:
•
Aparato digestivo (náuseas, diarrea y cólico)
•
Piel (eczemas,
hinchazón,
urticaria)
•
Vías respiratorias (asma, disfunción respiratoria)
•
Anafilaxis
|
•
Aparato digestivo (náuseas, diarrea y cólico)
|
APARICIÓN
|
A
los pocos minutos de ingerir el
alimento
|
De 30 min a 2 h de ingerir el alimento
|
TRATAMIENTO
|
•
Evitar los productos
lácteos
•
Antihistamínicos,
Epinefrina
|
•
Restricción de lácteos
que
contengan lactosa
•
Lactasa, leche con lactosa hidrolizada, probióticos
|
Como ya se ha comentado, la fermentación de
la leche aumenta la tolerancia a la lactosa debido a que parte de la lactosa se
hidroliza en el proceso a ácido láctico, y también porque las bacterias
lácticas utilizadas pueden producir lactasa. Por ello, los lácteos como el
queso curado o semicurado, el yogur y otras leches fermentadas pueden ser consumidos
por personas intolerantes. Los lácteos suplementados con probióticos reducen
los síntomas de hinchazón, posiblemente como consecuencia de que la lactasa
microbiana mejora la digestión de la lactosa.
Existen fabricantes que comercializan
actualmente leche y otros derivados, sin lactosa, poniendo en su lugar otros
hidratos de carbono, que son perfectamente tolerados por las personas intolerantes.
Otra alternativa posible consiste en añadir lactasa a la leche tras su
calentamiento, o incluso tomarla en cápsulas antes de cada ingestión.
CONTENIDO EN LACTOSA DE DISTINTOS PRODUCTOS:
ALIMENTO
|
CANTIDAD
|
LACTOSA
|
Leche
entera, desnatada, semi
|
250
gr. (1 vaso)
|
11-12
gr.
|
Leche
entera, en polvo
|
250
gr.
|
93
gr.
|
Leche
sin grasa, en polvo
|
250
gr.
|
126
gr.
|
Leche
chocolateada
|
250
gr. (1 vaso)
|
10-12
gr.
|
Leche
condensada
|
250
gr.
|
28-29
gr.
|
Mantequilla
|
250
gr.
|
9-11
gr.
|
Nata
|
250
gr.
|
13-14
gr.
|
Yogur
|
250
gr. (2 yogures)
|
10-12
gr.
|
Yogur
desnatado
|
250
gr. (2 yogures)
|
12-14
gr.
|
Queso
azul cremoso
|
250
gr.
|
6-7
gr.
|
Queso Camembert
|
250
gr.
|
0,9 gr.
|
Queso Cheddar
|
250
gr.
|
4-5 gr.
|
Queso
de untar
|
250
gr.
|
6-7
gr.
|
Queso
Mozzarella
|
250
gr.
|
4-5
gr.
|
Queso
Emmenthal
|
250
gr.
|
4-5
gr.
|
Helado
|
250
gr.
|
16-17
gr.
|
FUENTES:
Basado en múltiple bibiliografía y textos recopilados y redactados para el Plan de Nutrición y Comunicación,
sobre los Productos Lacteos, del Gobierno de España, por los siguientes autores:
Dr. Bartolomé Bonet Serra.
Jefe de Sección del Hospital Can Misses, Ibiza.
Miembro de la Sociedad Española de Pediatría, Endocrinología Pediátrica y del Diabetes and Pregnancy Study Group de la European Association for the Study of Diabetes.
Dra. Manuela Juárez Iglesias.
Profesora de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Miembro del Comité Nacional Lechero.
Dr. Basilio Moreno.
Presidente de la Fundación de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad.
Jefe Clínico de Endocrinología y Nutrición del Hospital General Universitario Gregorio Marañón
y Jefe de la Unidad de Obesidad del mismo hospital.
Dra. Rosa María Ortega Anta.
Catedrática de Nutrición, Facultad de Farmacia, Universidad Complutense de Madrid.
Miembro de Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), Nutrition Society (NS), American Society for Nutrition (ASN) y Sociedad Latinoamericana de Nutrición (SLAN).
Dra. Lucrecia Suárez.
Unidad de Gastroenterología y Nutrición Infantil en el Hospital Ramón y Cajal. Madrid. Coordinadora del Comité de Nutrición de la AEP.
Asociación de celiacos de Madrid: (https://www.celiacosmadrid.org).
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