CICLO INDOOR: ELECCIÓN DE LA BICICLETA



  Ya hemos hablado anteriormente en FitnesPedia del “Ciclo Indoor”, nombre genérico habitual para la actividad que muchos conocemos como “Spinning” (nombre registrado por Johnny G.). Si te interesa, puedes consultar artículos anteriores, como el de INTRODUCCIÓN AL CICLO INDOOR, o también LAS CINZO ZONAS. Ahora es el momento de revisar aspectos más técnicos, como los detalles a tener en cuenta a la hora de elegir una bicicleta estática para la práctica de esta actividad. Si eres ciclista habitual de “Ciclo Indoor”, y especialmente si eres responsable de un gimnasio, o monitor, debes considerar una serie de factores a la hora de elegir la bicicleta, y son estos:

1) EL SILLÍN: Debe estar acolchado y permitir ajuste vertical y horizontal. Descarta como base las espumas y acolchados, pues son antihigiénicos, Tampoco interesan los sillines propios de las bicicletas de carretera, que son muy ligeros pero poco confortables. El sillín de gel es el más extendido.

2) MANILLAR: Es necesario que pueda regularse no sólo en altura, sino también horizontalmente, para permitir el movimiento de las rodillas cuando nos ponemos de pie, sea cual sea nuestra envergadura. Tiene que brindar diversos agarres, que suelen denominarse de triatlón, de sprint, de escalada, de paseo, etc… por lo que debe disponer de una forma específica típica en este tipo de bicis, que admite distintas combinaciones para sujetarlo. Además tiene que estar protegido con un plástico duro, resistente, impermeable y de fácil limpieza.

3) TIJA DEL SILLÍN Y MANILLAR: La tija es la pieza que ajusta la altura y/o posición horizontal, y es importante que use un sistema fiable, duradero y de fácil manejo, ya que no debe caerse abajo durante la clase, y tendrá que aguantar los diferentes ajustes de muchos usuarios. Lo ideal son los sistemas combinados de pasadores y rosca. Es también muy recomendable que las tijas tengan muescas con números grabados, para que los practicantes puedan recordar su ajuste habitual.



4) SUSTENTACIÓN:
Debe tener como mínimo cuatro patas regulables en altura (mediante una rosca en cada punto de apoyo). Muchas salas tienen suelos de tarima flotante, bien por ser antiguas salas de aeróbic, bien por usarse para varias actividades, y por desgaste tienen ondulaciones y deformidades. Esto hace que sean más inestables y las bicis necesiten un ajuste perfecto. Es conveniente que las bicis tengan en la base dos ruedas, que permiten al inclinarla moverla con facilidad, sin tener que arrastrarlas.

5) BIELAS Y EJE DE PEDALIER: Tiene que ser un material duradero, o al menos su mantenimiento y reparación debe ser sencillo y económico, para que los mismos gimnasios puedan solventar cualquier incidencia. De no ser así, hay que asegurarse que el distribuidor o fabricante nos garantice su rápida reparación o sustitución en caso de avería. Si no se cumple ninguna de estas tres características, en pocos meses tendremos muchas bicicletas inutilizadas y, por tanto, menos aforo en la sala.

6) PEDALES: Hace tiempo, los pedales con rastrales (correas de fijación) eran lo habitual, pero actualmente es necesario que el pedal tenga también cala (tipo SPD o tipo LOOK, como las que usan las bicis de carretera). Usando unas zapatillas compatibles la cala permite un perfecto enganche y fijación del calzado al pedal, demandado por los usuarios más experimentados, y que hace posible una actividad más intensa, sin perder el apoyo.

7) CINTA O CORREA DE TRANSMISIÓN: Transmite la fuerza ejercida en el eje de pedalier a la rueda de inercia. Es importante que esté protegida por un carenado inoxidable, que evité su corrosión por el efecto de la combinación de la humedad, el sudor y el polvo. No debe destensarse con facilidad, ni “patinar” cuando se pedalea, para no perder transmisión.

8) RUEDA DE INERCIA: Es la rueda pesada, normalmente de acero, que va conectada con la correa al eje de pedalier. Deben ser muy pesadas, entre 20-30Kg, siendo indicador de poca calidad aquellas bicicletas que traen ruedas de menos peso. Es crucial, ya que acumula la energía cinética, simulando el movimiento normal de una bicicleta en la calle.

9) FRENO DE AJUSTE Y CONTROL DE RESISTENCIA: Todas las bicicletas tienen algún tipo de frenado para controlar la inercia de la rueda, y poder así aumentar o disminuir la resistencia al pedaleo. Esto permite ajustar la actividad a la experiencia, peso y fuerza de cada usuario. Para el frenado se pueden usar zapatas u otros métodos de presión, que actúan directamente sobre la rueda de inercia, motivo por el que puede sobrecalentarse dicha rueda. A menor frenado sobre la rueda, menos inercia y más facilidad de pedaleo. Las zapatas y similares requieren un mantenimiento, ya que es un material que se desgasta y hay que cambiarlo con frecuencia. Sin embargo podemos encontrar otros tipos, utilizando magnetismo, que permite una resistencia más homogénea, sin rozamientos molestos. El control de la resistencia sé hace por medio de una manecilla o una rueda con graduaciones, y es importante que sea visible y de fácil acceso, así como que exista un freno de emergencia que pare la rueda y el pedaleo lo más rápido posible. Esto último es fundamental si se saliera un pie de su anclaje.


  Con este y otros artículos, espero haberte ayudado a conocer más sobre la que es, probablemente, la actividad colectiva más popular en gimnasios de todo el mundo, y que ha demostrado ser mucho más que una moda pasajera.


Comentarios